ABOGADOS Y PLEITOS

ABOGADOS Y PLEITOS

En el imaginario colectivo, hay una predominante asociación entre el abogado y los juzgados. Y se explica por un lado, por  la abundante filmografía jurídica que nos presenta a los letrados americanos  como auténticos vendedores de razones en asuntos a vida o muerte.  Por otro lado, por el desconocimiento real de los servicios que ofrece nuestra profesión antes de litigar. Y por otro lado, aunque en menor proporción que las dos causas anteriores por la ambición comercial de despachos/ empresa en los que prevalece la cuenta de resultados sobre la vocación de servicio a la sociedad y desde luego a la justicia, que debe informar nuestra actividad diaria.

Que un abogado incentive la litigiosidad  sería tan impropio de su vocación como que un médico estimule la  enfermedad.  Sin duda, el “mercado” del abogado es la litigiosidad y del médico la enfermedad, pero conscientes del daño que ambas causan a clientes y pacientes, unos y otros tratamos de paliar muchas veces no sus causas sino sus efectos.

Entre una minuta de asesoría preprocesal  y una minuta de pleito hay una diferencia cuantitativa importante pero desde luego, mal abogado es el que en fase previa al juicio no alcanza acuerdos con sus compañeros en una distribución de valor entre las partes.

En todo caso, discrepo del “más vale un mal acuerdo que un buen pleito”, porque ni todos los acuerdos son malos ni todos los  pleitos son buenos, éstos últimos simplemente son inevitables tras haber agotado todas las posibilidades de acuerdo.

Los abogados debemos aportar conocimiento del derecho, conocimiento de la vida y conocimiento de la persona.

Simancas 8 de febrero de 2018

 

Adolfo de la Torre de la Calle

Abogado en ejercicio.